De parte de los 10 departamentos de salud locales de California, agradecemos a todos por hacer su parte en reducir la transmisión del COVID-19. A medida que las primeras dosis de la vacuna son administradas en nuestras comunidades, podemos finalmente ver un rayo de luz al final del túnel. A medida que esa luz se acerca, tenemos la esperanza de estar un paso más cerca de volver a hacer las cosas como antes y ver a las personas que más extrañamos.
A pesar de esta buena noticia, sabemos que las próximas semanas y meses son críticos. Estamos experimentando ahora el peor momento de la pandemia. Nuestros números de casos, muertes y hospitalizaciones son los más altos que hemos visto hasta ahora. Nuestra capacidad en la UCI está en un nivel limitado. Estamos batiendo récords todos los días, y no en el buen sentido de la palabra. Nuestros sistemas están siendo abrumados, y el virus se está propagando por todas partes.
Las repercusiones de esta pandemia son más graves entre los miembros de nuestra comunidad más vulnerables a este virus, incluidos nuestros familiares y adultos mayores, los miembros de nuestra comunidad que realizan trabajos esenciales para asegurar que todos tengamos los bienes básicos que necesitamos y los que viven en nuestras comunidades que tienen menos oportunidades para cuidado de salud. La pandemia ha cobrado un gran número de víctimas y ha intensificado las condiciones de la salud en estas comunidades. No podemos continuar en nuestro camino actual sin enfrentarnos a graves consecuencias para nuestras familias, amigos y los negocios locales que hacen de nuestras comunidades lugares tan especiales para vivir.